Cuando anochecía, se acercaron a
él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide
a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les
dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
(Mateo 14: 15,
16).
Tengo palabras importantes que
decir a quienes se ocuparán en la venta de los alimentos saludables. Tiene que haber una característica
completamente diferente en el trabajo de nuestros almacenes que venden
alimentos, los restaurantes, y cada línea en la que se utilizan los alimentos
que producimos.
Esta obra debe hacerse
como un medio de iluminación evangelizadora para quienes no se han entregado al
Señor. Los que trabajan con estos
alimentos, diariamente necesitan el consejo de Aquel que creó la comida para
darla a cinco mil hombres con apetito. La obra en nuestros locales de venta de alimentos y restaurantes debe
realizarse de tal manera que no haya pérdida financiera. No olvidemos que esta línea de trabajo debe
mantenerse. Pero toda influencia
corruptora tiene que eliminarse.
Debemos mantenernos del lado de
las ganancias. Pero, ¿Cuál es el
beneficio de llevar adelante esta obra, si tenemos que sacrificar los
principios de justicia, misericordia y el amor de Dios? ¿Cuál es el beneficio
de hacerla si mediante su influencia ninguna persona es iluminada y preparada
para aferrarse de la Palabra como su alimento espiritual? Se debería presentar a quienes están
relacionados con esta obra la urgente necesidad de llamar la atención de la
gente hacia las verdades de origen celestial.
Para servir a esta obra, deberían
designarse hombres que estén bien capacitados para hablar palabras a tiempo y
fuera de tiempo, y que puedan iluminar las mentes de hombres y mujeres con la
verdad. Se necesita sabiduría especial a
fin de comprender cuándo hablar y cuándo guardar silencio. Que cada obrero ore mucho pidiendo una comprensión
espiritual de su tarea.
The Health Food Ministry, p. 89. 247 RP/EGW
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