Porque nunca la profecía fue
traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1: 21).
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1: 21).
Presentada por diversas
personalidades, la verdad [en la Biblia] aparece en sus variados aspectos. Un escritor percibe con más fuerza cierta
parte del mensaje; comprende los puntos que armonizan con su experiencia o con
sus facultades de percepción y apreciación; otro nota más bien otro aspecto del
mismo asunto; y cada cual, bajo la dirección del Espíritu Santo, presenta lo
que ha quedado inculcado con más fuerza en su propia mente. De aquí que encontremos en cada cual un
aspecto diferente de la verdad, pero perfecta armonía entre todos ellos. Y las
verdades así reveladas se unen en perfecto conjunto, adecuado para satisfacer las
necesidades de los hombres en todas las circunstancias de la vida.
Dios se ha dignado comunicar
la verdad al mundo por medio de instrumentos humanos, y él mismo, por su Santo
Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces de realizar esta obra. Guió la
inteligencia de ellos en la elección de lo que debían decir y escribir.
El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo. Aunque llevado a todos los vientos en el vehículo imperfecto del idioma humano, no por eso deja de ser el testimonio de Dios; y el hijo de Dios, obediente y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad.
El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo. Aunque llevado a todos los vientos en el vehículo imperfecto del idioma humano, no por eso deja de ser el testimonio de Dios; y el hijo de Dios, obediente y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad.
En su Palabra, Dios comunicó
a los hombres el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas
Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como
revelación infalible de su voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos
revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa.
"Toda la Escritura es inspirada por Dios; y es útil para enseñanza, para
reprensión, para corrección, para instrucción en justicia; a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, estando cumplidamente instruido para toda obra
buena"
(2 Timoteo 3: 16, 17, VM).
(2 Timoteo 3: 16, 17, VM).
El gran conflicto,
introducción, pp. 8, 9. 227 RP/EGW
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