Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo. (Hebreos 1: 1, 2).
La Biblia no nos es dada en un grandioso lenguaje
sobrehumano. Jesús tomó la humanidad a fin de llegar hasta el hombre donde éste
está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje de los hombres. Todo lo que es
humano es imperfecto. Diferentes
significados se expresan con la misma palabra: no hay una palabra para cada
idea distinta. La Biblia fue dada con propósitos prácticos.
Las impresiones de las mentes son diferentes. No
todos captan de la misma manera las expresiones y asertos. Algunos entienden
las declaraciones de las Escrituras para que se ajusten a su mente particular y
a su propio caso. Las predisposiciones,
los prejuicios y las pasiones ejercen una poderosa influencia para oscurecer el
entendimiento y confundir la mente, aun al leer las palabras de las Sagradas
Escrituras...
La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero
no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la
humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia los hombres
dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí
mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los
escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma. Considerad
a los diferentes escritores.
No son las palabras de la Biblia las inspiradas,
sino los hombres son los que fueron inspirados.
La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones,
sino en el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia
del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente
individual. La mente divina es difundida. La mente y la voluntad divinas se
combinan con la mente y voluntad humanas.
De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra de Dios.
Mensajes selectos, t. 1, pp. 23, 24. 228 RP/EGW
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