Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden
la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos
lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron
ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber
investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por
orden, oh Excelentísimo Teófilo. (Lucas 1: 1-3).
Al revelarme el Espíritu de Dios las grandes
verdades de su Palabra, y las escenas del pasado y de lo por venir, se me mandó
que diese a conocer a otros lo que se me había mostrado, y que trazase un
bosquejo de la historia de la lucha en las edades pasadas, y especialmente que
la presentase de tal modo que derramase luz sobre la lucha futura que se va
acercando con tanta rapidez. Con este fin, he tratado de escoger y reunir
acontecimientos de la historia de la iglesia en forma que quedara bosquejado el
desarrollo de las grandes verdades decisivas que en diversas épocas han sido
dadas al mundo, las cuales han excitado la ira de Satanás y la enemistad de una
iglesia amante del mundo, y han sido sostenidas por el testimonio de aquellos
que "no amaron sus vidas, exponiéndolas hasta la muerte" (Apoc. 12:
11)...
Los grandes acontecimientos que marcaron los pasos
de reforma que se dieron en siglos pasados, son hechos históricos harto
conocidos y universalmente aceptados, que nadie puede negar. Esa historia la he
presentado brevemente, de acuerdo con el fin y objeto de este libro y con la
concisión que necesariamente debe observarse, condensando los hechos en forma
compatible con una clara inteligencia de las enseñanzas consiguientes. En
algunos casos, cuando he encontrado que un historiador había reunido los hechos
y presentado en pocas líneas un claro conjunto del asunto, o agrupado los
detalles en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para citar
a esos escritores como autoridades, sino porque sus palabras resumían
adecuadamente el asunto. Y al referir los casos y puntos de vista de quienes
siguen adelante con la obra de reforma en nuestro tiempo, me he valido en forma
similar de las obras que han publicado.
El gran conflicto, introducción, pp. 13, 14. 231
RP/EGW
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