Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu
vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
(Josué 1: 5).
Después de la muerte de Moisés, Josué fue nombrado
como líder de Israel para guiarlo a la tierra prometida. Estaba bien calificado
para esta importante tarea. Había sido
el primer ministro de Moisés durante la mayor parte del tiempo en que los
israelitas peregrinaron por el desierto. Había visto las maravillosas obras de
Dios realizadas por Moisés, y comprendía bien el comportamiento del pueblo. Fue
uno de los doce espías enviados a reconocer la tierra prometida, y uno de los
dos que dieron un informe fiel de sus riquezas, y que alentaron al pueblo a
levantarse y poseerla con la fuerza de Dios.
El Señor le prometió a Josué que estaría con él así como había estado con
Moisés, y que haría que Canaán fuera una conquista fácil para él, si era fiel
en la observancia de todos los mandamientos de Dios. Josué había estado
preocupado con respecto al desempeño de su responsabilidad de guiar al pueblo a
la tierra de Canaán; pero esta seguridad quitó sus temores. Ordenó a los hijos
de Israel que se prepararan para un viaje de tres días, y a todos los hombres
de guerra que se alistaran para la batalla.
"Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las
cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera
que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente
que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. Cualquiera que fuere rebelde a tu
mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes,
que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente" (Jos. 1:16-18).
Dios deseaba que el cruce del Jordán por los
israelitas fuera milagroso. Josué ordenó al pueblo que se santificara, porque
al día siguiente el Señor haría maravillas entre ellos. En el momento señalado,
mandó a los sacerdotes que tomaran el arca que contenía la ley de Dios y que la
llevaran delante del pueblo. "Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día
comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que
entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo" (Jos. 3:7).
Testimonies, t. 4, pp. 156, 157. 261 RP/EGW/MHP
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