Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en
el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. (Génesis 7: 1).
En los días de Noé, la maldad del mundo llegó a ser
tan grande que Dios no podía soportarla más, y dijo: "Raeré de sobre la
faz de la tierra a los hombres que he creado" (Gén. 6: 7). Pero se compadeció de la raza humana, y en su
amor proveyó un refugio para todos los que lo aceptaran. Le dio a Noé el mensaje que debía proclamar a
la gente: "No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre" (Gén. 6: 3).
Se le indicó a Noé que construyera un arca, y que
al mismo tiempo predicara que Dios enviaría un diluvio de agua sobre la tierra
para destruir a los impíos. Los que
creyeran el mensaje, y se prepararan para ese acontecimiento mediante el
arrepentimiento y la reforma, recibirían perdón y serían salvos; pero la resistencia
continua a los ruegos y las advertencias del cielo, dadas por su siervo Noé,
los separarían de Dios y, como resultado, la misericordia y el amor infinitos
cesarían en sus súplicas.
El Espíritu de Dios continuó luchando con el hombre
rebelde hasta que casi expiró el tiempo estipulado, cuando Noé y su familia
entraron al arca, y la mano de Dios cerró la puerta. El Dios de la misericordia, al dejar el trono
de oro, terminó la intercesión por el pecador culpable.
No todos los hombres de esa generación eran paganos
idólatras en el más amplio sentido de la palabra. Muchos tenían conocimiento de Dios y de su
ley; pero no sólo rechazaron el mensaje del fiel predicador de justicia, sino
que utilizaron su influencia para evitar que otros obedecieran a Dios.
A todos les llega el día de prueba y de decisión. Esa generación tuvo su día de oportunidad y privilegio mientras Noé hacía resonar la nota de advertencia acerca de la destrucción venidera; pero cedieron sus mentes al control de Satanás antes que al de Dios, y él los engañó, como lo hizo con nuestros primeros padres.
Les presentó oscuridad y falsedad en lugar de luz y verdad; y ellos prefirieron sus sofisterías y mentiras, porque les resultaban aceptables al estar en armonía con sus vidas corruptas; mientras que la verdad, que podría haberlos salvado, fue rechazada como un error.
Signs of the Times, 1º de abril de 1886. 257 RP/EGW/MHP
A todos les llega el día de prueba y de decisión. Esa generación tuvo su día de oportunidad y privilegio mientras Noé hacía resonar la nota de advertencia acerca de la destrucción venidera; pero cedieron sus mentes al control de Satanás antes que al de Dios, y él los engañó, como lo hizo con nuestros primeros padres.
Les presentó oscuridad y falsedad en lugar de luz y verdad; y ellos prefirieron sus sofisterías y mentiras, porque les resultaban aceptables al estar en armonía con sus vidas corruptas; mientras que la verdad, que podría haberlos salvado, fue rechazada como un error.
Signs of the Times, 1º de abril de 1886. 257 RP/EGW/MHP
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