martes, 31 de marzo de 2020

27. CAPACITADOS PARA DISCERNIR ENTRE LA VERDAD Y EL ERROR. (IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU).


Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. (2 Corintios 11: 13, 14).
La verdad es eficaz y, al obedecerla, es poder que transforma la mente a la imagen de Cristo. La verdad tal cual es en Jesús es la que sensibiliza la conciencia y convierte la mente y el corazón mediante el Espíritu Santo. Sin embargo, hay muchos que, careciendo de discernimiento espiritual, toman la letra desnuda de la Palabra y la encuentran desprovista del Espíritu de Dios, lo cual no vivifica la mente ni santifica el corazón. Pueden ser capaces de citar el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y conocer las órdenes y las promesas de la Palabra de Dios, pero a menos que el Espíritu Santo afirme la verdad en el corazón e ilumine la mente con la luz divina, nadie caerá sobre la Roca y será quebrantado, porque él es el agente divino que vincula al creyente con Dios.

Sin la iluminación del Espíritu de Dios no estaremos en condiciones de discernir entre la verdad y el error. En consecuencia, caeremos en las trampas y los engaños maestros que Satanás armará para el mundo. Estamos cerca del fin de la controversia entre el Príncipe de la luz y el príncipe de las tinieblas, y pronto los engaños del enemigo probarán nuestra fe. Satanás obrará milagros en presencia de la bestia, y engañará "a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia" (Apoc. 13: 14).

Pero, aunque el príncipe de este mundo cubra la tierra de oscuridad y tinieblas, el Señor manifestará a la gente su poder de conversión. Hay una obra que todavía debe hacerse, similar al que se realizó en ocasión del derramamiento del Espíritu Santo en los días de los discípulos, cuando predicaron a Cristo y a Cristo crucificado. Muchos se convertirán en un solo día, porque el mensaje; avanzará con poder. Por esto puedo decir: Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo" 
(1Tes. 1: 5). Es el Espíritu Santo el que conduce a los creyentes a Cristo, por cuanto él toma los asuntos de Dios y los muestra a los pecadores. Jesús dijo: "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber" 
(Juan 16:14). Review and Herald, 29 de noviembre de 1892.
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lunes, 30 de marzo de 2020

26. APTOS PARA DISTINGUIR TEORÍAS FALSAS. (IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU).


Amados, por la gran solicitud que tenía de escribimos acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribimos exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. (Judas 3).

Judas escribe este mensaje con el propósito de alertar a los creyentes acerca de las influencias seductoras de los falsos maestros que tienen la apariencia de piedad, pero que no son líderes confiables. En los días finales se levantarán falsos adoctrinadores que llegarán a ser activos y celosos. Presentarán toda suerte de teorías para desviar de la verdad que define la posición segura que cada uno debe ocupar en este tiempo cuando Satanás esta trabajando con poder sobre los religiosos, a quienes induce a pretender que son justos, pero que se equivocan al no someterse a la orientación del Espíritu Santo.

Se mezclarán falsas teorías con cada fase de la experiencia, y se abogará con satánico fervor con el propósito de cautivar la mente de cada creyente cuyo conocimiento no esté enraizado en los sagrados principios de la Palabra de Dios. En nuestro propio medio se levantarán falsos maestros investidos de espíritus seductores que sostendrán doctrinas de origen satánico. Con palabras lisonjeras, con tacto seductor y con tergiversaciones habilidosas, lograrán arrastrar como discípulos a los que estén desprevenidos.

La única esperanza para nuestra feligresía está en mantenerse muy alerta. Sólo los que estén bien fundamentados en la verdad de las Escrituras, y sometan a prueba cada planteamiento con un "Así dice el Señor", estarán a salvo. El Espíritu Santo guiará a los que aprecian la sabiduría de Dios que está por encima de los engaños y sofisterías de las agencias satánicas. Debe haber mucha oración, no al estilo humano, sino bajo la inspiración del amor a la verdad tal cual es en Jesús.  Las familias que creen en la verdad hablarán palabras de sabiduría y de inteligencia; palabras que recordarán como resultado de haber escudriñado las Escrituras.

Ahora es el tiempo de prueba y aflicción. Ahora es cuando los integrantes de cada familia de creyentes debe cerrar los labios a las acusaciones contra sus hermanos. Hay que hablar palabras que den coraje y que fortalezcan la fe que obra por amor y purifica todo el ser.
 Manuscript 94, 1903 (The Kress Collection, p. 5). 128
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miércoles, 25 de marzo de 2020

25. LISTOS PARA DEFENDER LA ESPERANZA. (IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU).


Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. (1 Pedro 3: 15).
Esto es lo que veremos si nos relacionamos con Dios. Dios quiere que dependamos de él y no del hombre. Desea que tengamos un corazón nuevo. Quiere darnos revelaciones de luz del trono de Dios. Debiéramos luchar con cada dificultad. Pero cuando se presenta algún punto controvertido, ¿habéis de ir al hombre para recoger su opinión y luego amoldar vuestras conclusiones con ella?  No, id a Dios. Decidle lo que queréis. Tomad vuestra Biblia y escudriñadla como si se tratara de tesoros ocultos.

No profundizamos lo suficiente en nuestra búsqueda de la verdad. Cada alma que cree en la verdad presente será puesta en circunstancias en las que se le requerirá que dé razón de la esperanza que hay en ella. Los hijos de Dios tendrán que hallarse ante reyes, príncipes, gobernantes y grandes de la tierra, y éstos deberán saber que los hijos de Dios saben con certeza lo que es la verdad. Deben ser hombres y mujeres convertidos. Dios puede enseñaros más en un momento, mediante su Espíritu, que lo que podríais aprender de los grandes hombres de la tierra.  El universo contempla la controversia que se desarrolla en la tierra. A un costo infinito, Dios ha provisto una oportunidad para que cada hombre sepa lo que lo hará sabio para la salvación. ¡Cuán ansiosamente miran los ángeles para ver quién aprovechará esa oportunidad!

Cuando se presenta un mensaje a los hijos de Dios, no deben levantarse en oposición contra él.  Debieran ir a la Biblia, para compararlo con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es verdadero. Dios quiere que se expandan nuestras mentes. Quiere revestirnos con su gracia.  Podemos disfrutar de un festín diario de cosas buenas, pues Dios puede abrir todos los tesoros del cielo para nosotros. Hemos de ser uno con Cristo como él es uno con su Padre.
 Y el Padre nos amará como ama a su Hijo. Podemos tener la misma ayuda que tuvo Cristo, podemos tener fortaleza para cada emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra retaguardia.
Mensajes selectos, t. 1, pp. 485, 486. 127
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24. UNA VOZ CLARA ENTRE OTRAS VOCES. (IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU).


Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.  (Isaías 30: 21).
Entre la confusión de doctrinas engañosas, el Espíritu de Dios será un guía y un escudo para los que no han rechazado las evidencias de la verdad. Él silencia todas las otras, voces que no provienen de quien es la verdad y la vida. A cada creyente el Señor le da la oportunidad de escuchar la voz del verdadero Pastor, y de recibir el conocimiento de Dios y de nuestro Salvador.  Cuando el corazón acepta la verdad como precioso tesoro, Cristo, que es la esperanza de gloria, mora dentro del creyente, mientras todo el universo exclama: ¡Amén y amén!  Hay total necesidad del poder regenerador del Espíritu Santo. No tenemos tiempo para consultar con la carne y con la sangre.

Necesitamos de la iluminación divina. Cada persona trata de ser un centro de influencia; pero hasta que el Señor no obre en favor de su pueblo, no se verá que la subordinación a Dios es la única seguridad para el creyente. La gracia transformadora en el corazón, humano conducirá a la unidad que aún no se ha logrado; todos los que lleguen a estar en Cristo tendrán armonía entre ellos. El Espíritu es el que crea la unidad. "Él me glorificará" (Juan 16: 14). "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17: 3). El Espíritu Santo glorifica a Dios al manifestarse en el carácter de los creyentes que le dedican su supremo afecto, y al revelar en ellos su carácter.

Sus hijos ven claramente que jamás hubo ninguna justicia a no ser la divina, y que en el mundo no hay nada realmente bueno a no ser que provenga de Dios. Cuando el Espíritu fue derramado desde lo alto, la iglesia se inundó de luz, porque Cristo es la fuente que la genera. Su nombre estuvo en todos los idiomas, su amor llenó cada corazón. Así será cuando descienda el ángel del cielo con gran poder, entonces la tierra será iluminada con su gloria...

El regalo del Espíritu Santo, rico, abundante, total, es para su iglesia como un muro de fuego que la rodea, y contra ella no podrán prevalecer los poderes del infierno. En su inmaculada pureza y perfección, Cristo mira a su pueblo como la recompensa de su sacrificio, de su humillación, de su amor y la extensión de su gloria, siendo él el gran centro del cual irradia todo esplendor.
The Home Missionary, Extra Nº 2, noviembre de 1893. 126
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martes, 24 de marzo de 2020

23. NO CONFIAR EN LAS IMPRESIONES. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


En tus mandamientos meditaré, consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos, 
no me olvidaré de tus palabras. (Salmos 119: 15, 16).
En su Palabra, Dios comunicó a los hombre el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelación infalible de su voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa. "Toda la Escritura es inspirada por Dios; y es útil para enseñanza, para reprensión, para corrección, para instrucción en justicia; a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, estando cumplidamente instruido para toda buena obra" (2 Tim. 3: 16, 17, VM).

La circunstancia de haber revelado Dios su voluntad a los hombres por su palabra, no anuló la necesidad que tienen ellos de la continua presencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió que el Espíritu facilitaría a sus siervos la inteligencia de la Palabra; que iluminaría y daría aplicación a sus enseñanzas. Y como el Espíritu de Dios fue quien inspiró la Biblia, resulta imposible que las enseñanzas del Espíritu estén jamás en pugna con las de la Palabra.

El Espíritu no fue dado -ni puede jamás ser otorgado- para invalidar la Biblia; pues las Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa debe ser probada. El apóstol Juan dice: "No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4: 5, VM).  E Isaías declara: "¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isa. 8: 20).

Muchos cargos se han levantado contra la obra del Espíritu Santo por los errores de una clase de personas que pretendiendo ser iluminadas por el Espíritu, aseguran no tener más necesidad de ser guiadas por la Palabra de Dios. En realidad están dominadas por impresiones que consideran como voz de Dios en el alma. Pero el espíritu que las dirige no es el Espíritu de Dios. 

El principio que induce a abandonarse a impresiones y a descuidar las Santas Escrituras, sólo puede conducir a la confusión, al engaño y a la ruina. Sólo sirve para fomentar los designios del maligno.

Y como el ministerio del Espíritu Santo es de importancia vital para la iglesia de Cristo, una de las tretas de Satanás consiste precisamente en arrojar oprobio sobra la obra del Espíritu por medio de los errores de los extremistas y fanáticos, y en hacer que el pueblo de Dios descuide esta fuente de fuerza que nuestro Señor nos ha asegurado. El conflicto de los siglos, pp. 9, 10. 125
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lunes, 23 de marzo de 2020

22. NO GUIADOS POR LOS SENTIMIENTOS. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Lámpara es a mis pies tu palabra, 
y lumbrera a mi camino. (Salmos 119: 105).
La santificación no es un vuelo feliz de los sentimientos. 
Tampoco es la obra de un instante, sino de toda una vida. 
Si alguien pretende que el Señor lo santificó, la prueba de esta aserción deberá estar en los frutos que esa experiencia produce: humildad, paciencia, resignación, veracidad y amor. Si la bendición que recibieron los: que dicen que son santos los lleva a confiar en una determinada emoción y afirman que no es necesario investigar las Escrituras para conocer la verdad revelada de Dios, entonces la supuesta bendición es una impostura, porque lleva al que tiene este espíritu a darle valor a sus propias fantasías y ambiciones no santificadas, y a cerrar los oídos a la voz de Dios que está en su Palabra.

Los que dicen haber recibido manifestaciones especiales del Espíritu y piensan que sus pecados han sido perdonados, ¿por qué llegan a la conclusión de que pueden dejar la Biblia de lado y de allí en adelante comenzar a caminar solos? Cuando preguntamos a los que pretenden haber sido objeto de una santificación instantánea si están escudriñando las Escrituras como Jesús dice que lo hagan, para certificar si existe alguna verdad adicional que necesitan aceptar, ellos responden: "Podemos dejar la Biblia de lado, porque Dios nos la comunica directamente mediante una manifestación especial de su revelación".

Hay centenares que están siendo engañados por privilegiar las emociones en lugar de la Palabra de Dios.  No construyen sobre el único y seguro fundamento que es la Palabra de Dios. Una religión que está destinada a criaturas inteligentes producirá en el corazón evidencias genuinas y observables en el carácter.  La gracia de Cristo se manifestará en la conducta diaria. A los que dicen haber sido santificados podemos preguntarles: ¿En qué aspectos de su vida aparecen los frutos del Espíritu? ¿Tiene la humildad y mansedumbre de Cristo? ¿Revela este hecho que está aprendiendo diariamente en la escuela de Cristo, moldeando su vida de acuerdo con la vida libre de egoísmo de Jesús?

El mejor argumento que el creyente puede presentar con respecto a su relación con Dios, 
es la fidelidad en la observancia de los mandamientos. 

La mayor prueba de nuestra fe en Cristo es reemplazar la dependencia del yo por la confianza en él, y la única prueba para demostrar nuestra permanencia en Cristo consiste en reflejar su imagen... 
En la medida en que lo hagamos daremos evidencias de que hemos sido santificados por la verdad, porque la verdad estará ejemplificada en nuestra vida diaria. 
Signs of the Times, 28 de febrero de 1895. 124
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21. DESCONFÍE DE SU PROPIA IMAGINACIÓN. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, 
sino con demostración del Espíritu y de poder. 
(1 Corintios 2: 4).
Debido a que algunos escuchan asuntos presentados con un espíritu que no corresponde, he visto los peligros a los que la iglesia ha hecho frente en cada nueva etapa. Mientras hay maestros de la Biblia que son fuertes y eficientes en la presentación de las doctrinas, no todos tienen conocimiento de los aspectos prácticos de la vida, ni pueden, con certeza y seguridad, dar advertencias a mentes perplejas. Tampoco disciernen las situaciones complejas que seguramente sobrevendrán a cada familia que necesita hacer cambios. Por eso, al no conocer el pensamiento de Dios, seamos muy cuidadosos con lo que ellos dicen, y no les permitamos hablar de lo que suponen o piensan. Déjenlos, porque desconocen estos temas, e insten a la gente a confiar solamente en Dios. Debe haber mucha oración, e incluso ayuno, para que nadie siga envuelto en las tinieblas. Por el contrario, avancemos en la luz así como Dios está en la luz. 

Observemos, dentro y fuera de nuestras filas. En todas partes hay mentes que no tienen la disciplina de la gracia de Dios, que no han practicado las palabras de Cristo y que no entienden la obra del Espíritu Santo, Estos andarán por un camino equivocado porque no siguen a Jesús plenamente; al contrario, responderán a los impulsos de su imaginación.

No permitan actuar desordenadamente. Como resultado de discursos ardientes e impulsivos que agitan un entusiasmo que no responde al orden divino, se producirán sacrificios y pérdida de propiedades. Hay una victoria importante que debe ganarse. Si falta la moderación discreta, una adecuada contemplación y principios y propósitos sanos, se producirá la derrota. Habrá elementos humanos que lucharán por la primacía e intentarán realizar una obra que no tiene la impronta de Dios.  Por eso insto a que haya habilidad para manejar este tema, y que toda acción esté orientada por el sabio e invisible Consejero que es Dios.
Pamphlet 84, pp. 17, 18. 123
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sábado, 21 de marzo de 2020

20. LA ILUMINACIÓN NO ESTÁ SEPARADA DE LA PALABRA. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos. (Mateo 24: 24).

En estos días de engaño, cada persona que está afirmada en la verdad tendrá que contender por la fe que una vez fue da dada a los santos. Por medio de su obra misteriosa, Satanás introducirá toda clase de error para engañar, si es posible, hasta a los mismos escogidos y así alejarlos de la verdad.  Habrá que hacer frente a la sabiduría humana; a la sabiduría de los hombres doctos, quienes, como los fariseos, son maestros de la ley de Dios pero no la obedecen ellos mismos.  Habrá que hacer frente a la ignorancia y la locura humanas que se manifestarán en teorías incoherentes ataviadas con un ropaje nuevo y fantástico; teorías que serán más difíciles de enfrentar, porque no hay razón en ellas.

Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad pero alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: "¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isa. 8: 20).  Si empequeñecen la ley de Dios, si no prestan atención a su voluntad como ha sido revelada en los testimonios de su Espíritu, son engañadores. Están controlados por el impulso y las impresiones, los cuales creen que provienen del Espíritu Santo, y los consideran más dignos de confianza que la Palabra inspirada. Pretenden que todos los pensamientos y sentimientos constituyen una impresión del Espíritu; y cuando se los hace razonar poniendo las Escrituras como base, declaran que poseen algo más digno de confianza.  Pero mientras piensan que son conducidos por el Espíritu de Dios, en realidad están siguiendo fantasías promovidas por Satanás...

Satanás revestido con ropaje angélico, obrará en forma sutilísima para introducir invenciones humanas. Pero la luz de la Palabra brilla en medio de la tinieblas morales, y la Biblia nunca será reemplazada por manifestaciones milagrosas. Hay que estudiar la verdad, y hay que buscarla como un tesoro escondido. No se darán inspiraciones maravillosas aparte de la Palabra, ni aquéllas tomarán el lugar de ésta. Aferraos a la Palabra y recibid la Palabra injertada que hará a los hombres sabios para la salvación.
Mensajes selectos, t. 2, pp. 112, 113, 115. 122
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jueves, 19 de marzo de 2020

19. GUIADOS POR EL TESTIMONIO ESCRITO. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto, 
es porque no les ha amanecido. (Isaías 8: 20).
El Espíritu Santo siempre conduce al creyente a la Palabra escrita y llama su atención a los grandes principios morales de la justificación. Es maravilloso tener el reconocimiento de Dios como resultado del privilegio de testificar en favor de la verdad. Antes de ascender al cielo - cuando una nube de ángeles lo recibió dejándolo fuera del alcance de la mirada de sus discípulos, Jesús les dijo- "Récibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hech. 1: 8).  Gracias a la recepción del Espíritu Santo fueron calificados para testificar por Cristo.

Quisiera impresionarlos con esta realidad.  Los que tienen a Cristo por fe en el corazón, en verdad poseen el Espíritu Santo.  Cada persona que recibe a Jesús como su Salvador personal, con certeza acoge también al Espíritu Santo, que para el creyente es consejero, santificador, guía y testigo.  Cuanto más cerca de Dios camine el discípulo, más efectivo será como testigo y más poderosa la influencia que ejercerá sobre otros su testimonio acerca del amor del Salvador. Dicha relación le ayudará a transmitir las evidencias del galardón de la Palabra de Dios. Esta es la carne y la bebida que satisface la sed del creyente. Se siente recompensado al descubrir en la Biblia la voluntad de Dios.

Algunas personas que dicen ser creyentes se han apartado de la Palabra de Dios dándole las espaldas, y, además de ser descuidados con la Biblia, que es una guía maravillosa e instrumento que prueba todas las ideas, sostienen el sofisma de Satanás al asegurar que el Espíritu les enseña, y que por lo tanto es innecesario destinar tiempo a escudriñar las Escrituras. El Espíritu y la Palabra concuerdan. Dice la Biblia: "¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isa. 8: 20). El ser humano llega a ser libre únicamente cuando el Espíritu lo liberta.- 
Manuscript Releases, t. 14, pp. 70, 7l. 121 
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martes, 17 de marzo de 2020

18. SANTIFICADOS POR LA PALABRA. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.

Santifícalos en tu verdad; tu palabra verdad. (Juan 17: 17).
Preocupado por los que creían en él, Jesús pidió al Padre que los guardara del mal y que los santificara por: intermedio de la verdad.  Para que no necesitaran hacer conjeturas ni tuvieran incertidumbre alguna acerca de ella, afirmó: "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17).  La Palabra de Dios es, pues, el instrumento mediante el cual se realiza la santificación. 

 Es de la mayor importancia que cada uno comprenda las sagradas instrucciones de la Biblia. Como ocurrió con los discípulos, si queremos informarnos acerca del plan de la salvación necesitamos comprender las palabras de vida. Será inexcusable si por nuestra negligencia ignoramos lo que la Palabra de Dios nos demanda.  Para que nos guíe a la verdad, él nos comunicó su Palabra, la revelación de su voluntad; y prometió el Espíritu Santo a los que se lo pidan. Cada creyente que honestamente desea hacer la voluntad de Dios conocerá y comprenderá su doctrina.

En el mundo abundan las falsas enseñanzas; y si nosotros no investigamos las Escrituras con detenimiento, aceptaremos el error como si fuera verdad, y adoptaremos las costumbres del mundo y los engaños de nuestro propio corazón. 

Las doctrinas y modos de ser del mundo están en oposición a la verdad divina.  A los que decidan negar su servicio al mundo con el propósito de ofrecérselo a Dios, necesitarán ayuda divina.  Deberán fijar su rostro como un pedernal en dirección a Sión.  Sentirán la oposición de la sociedad, de la carne y del demonio, y tendrán que avanzar en sentido contrario a la dirección del espíritu mundano y sus influencias.

Desde el tiempo en que el Hijo de Dios tuvo que soportar los prejuicios arrogantes de los incrédulos, no se ha producido ningún cambio en las actitudes del mundo con respecto a la religión de Jesús.  Los siervos de Cristo tendrán que afrontar el mismo espíritu de oposición y reproche, y marchar "fuera del campamento, llevando su vituperio" (Heb. 13: 13).

La misión de Jesús fue demostrada por milagros convincentes. Su doctrina asombró a la gente.  No utilizó la contradictoria jerga de los escribas, que estaba llena de misticismo, cargada de expresiones absurdas y extorsiones sin sentido. Al presentar su sistema de verdad, Cristo atendió las necesidades del corazón.  Sus enseñanzas fueron sencillas, claras y comprensibles. Las verdades prácticas que divulgó estaban revestidas de un poder de convicción que cautivó la atención de la gente. Review and Herald, 7 de febrero de 1888. 120 
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17. REGOCÍJATE EN LA PALABRA. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Fueron halladas tus palabras, y yo las comí, y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. (Jeremías 15: 16).

Para poder practicar constantemente la religión de la Biblia necesitamos ser pacientes, abnegados y negarnos a nosotros mismos. Si permanentemente hacemos de la Palabra de Dios un principio de vida, cada cosa que hagamos, cada palabra o acto por común que fuere, pondrá de manifiesto que estamos sujetos a Cristo Jesús, al que hemos sometido en cautiverio nuestros pensamientos.  Si la Palabra de Dios es recibida en el corazón, lo vaciará de la suficiencia propia y de la autodependencia. La vida llegará a ser un poder para el bien debido a que el Espíritu Santo henchirá la mente con los asuntos de Dios. Practicaremos la religión de Cristo, porque la voluntad estará en perfecta conformidad con la de Dios.

Algunos que profesan tener la verdadera religión, desafortunadamente dejan la Guía que Dios estableció para señalarnos el camino al cielo. Tal vez leen la Biblia como si se tratara de un libro escrito por la pluma humana. Esto les proporciona sólo un conocimiento superficial. El hablar acerca de la verdad no santifica a los receptores. Podrán profesar que sirven a Dios; pero, si Cristo estuviera entre ellos, escucharían su voz que les dice: "Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios" (Mat. 22: 29). Los tales no pueden saber en qué consiste la verdadera religión.

"Las palabras que yo os he hablado -dijo Jesús- son espíritu y son vida" (Juan 6: 63). Al testificar acerca de la Palabra de Dios, Jeremías dice: "Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón" (Jer. 15: 16). En la Palabra de Dios hay tal poder de sanidad que los así llamados sabios y entendidos no pueden experimentar, pero dicho poder ha sido revelado a los humildes. "La exposición de tus palabras alumbra, hace entender a los simples" (Sal. 119: 130). 

Si se guarda la Palabra en el corazón como si fuera una reliquia, la mente se transformará en la casa del tesoro, de la cual se podrán extraer cosas nuevas y antiguas. Entonces ya no nos producirá placer el pensar en los asuntos comunes de la vida, sino que diremos: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino" 
(Sal. 119: 105).
Review and Herald, 4 de mayo de 1897. 119
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lunes, 16 de marzo de 2020

16. MEDITA EN LA PALABRA DE DIOS. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


¡Oh, cuánto amo yo tu ley!  
Todo el día es ella mi meditación. 
(Salmos 119: 97).

Los hombres no necesitan la débil luz de las costumbres y las tradiciones humanas para poder entender las Escrituras. Eso sería como suponer que la luz del sol, brillando al mediodía en el cenit, necesitara la escasa lumbre de una antorcha de esta tierra para aumentar su resplandor.  En la Biblia, cada, responsabilidad se expone, con claridad y cada lección resulta comprensible. El don de Cristo y la iluminación del Espíritu Santo tienen la finalidad de revelarnos al Padre. La Palabra tiene el poder para hacer sabio a todo creyente en lo que respecta a la salvación.

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Tim. 3: 16, 17). Ningún libro es tan poderoso como la Biblia con sus comprensivas y ennoblecedoras verdades para elevar el pensamiento e impartir vigor a todas las facultades. Si la Palabra de Dios fuera estudiada como debiera, el hombre tendría una amplitud mental, nobleza de carácter y estabilidad de propósitos raramente vista en nuestros días.

Se obtienen pocos beneficios con una escasa lectura de las Escrituras. Uno podría leer toda la Biblia sin descubrir sus bellezas ni comprender la profundidad de su mensaje. Estudiar un texto hasta que resalte claramente su significado y la relación que tiene con el plan de salvación, es de más valor que la lectura ocasional de muchos capítulos sin tener en vista un propósito definido, y sin obtener ninguna instrucción positiva. 

Tenga la Biblia a mano. Cuando encuentre una oportunidad, léala y memorice los textos. Incluso, cuando camina por la calle, puede leer un versículo y meditar después en el; contenido para fijarlo en su mente. Nunca debería estudiarse la Biblia sin oración. Antes de abrir sus páginas, debemos pedir al Espíritu Santo que nos ilumine, y esa petición será concedida. 

Cuando Natanael vino a Jesús, el Salvador dijo: "He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño" (Juan 1: 47). Natanael respondió: "¿De dónde me conoces?  Respondió Jesús, y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Juan 1: 48). Si del mismo modo acudimos a él en busca de iluminación para saber qué es verdad, Jesús también nos verá en el lugar secreto de la oración. Los ángeles del mundo de la luz asistirán a los que humildemente busquen la orientación divina.
 Atlantic Union Gleaner, 9 de junio de 1909. 118     
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15. ACEPTA SUS ORIENTACIONES. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en ministerio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria. (1 Corintios 2: 5-7). 

El Amado lo acepta. Fervientemente siento que usted debería perfeccionar su carácter cristiano, no con el auxilio de sus propias fuerzas, sino con la fortaleza y con las virtudes de la justicia de Cristo. El don del Espíritu Santo es el mayor regalo que Dios podría conceder al hombre finito. Es gratis para todos; este obsequio es de un valor incalculable. 

Esta prenda señala la entronización del Unigénito Hijo de Dios en su reinado de mediación. Mediante el regalo del Consolador, el Señor Dios de los cielos demuestra al creyente la reconciliación perfecta que logró entre él y el hombre, gracias a "la cual -dice Pablo- tenemos como segura y firma ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec" (Heb. 6: 19, 20). 

¿No dijo Dios que concedería el Espíritu Santo, 
a los que lo pidieran? 
En la actualidad, 
¿no es acaso el Espíritu alguien real, 
verdadero y guía fiel? 

Hay creyentes a los que les parece una presunción tomar al pie de la letra esta promesa. Oran al Señor para que les enseñe, y sin embargo se resisten a dar crédito a la promesa de Dios y a creer que fuimos instruidos por él para reclamarla. 

Si acudimos a nuestro Padre celestial con humildad, con fervor y la mejor disposición para aprender, ¿por qué poner en duda el cumplimiento de su promesa? 

Ni por un momento debemos desconfiar de él, porque eso significa deshonrarlo. Cuando usted busque descubrir sus designios, su parte en esta relación con Dios consiste en creer que será guiado y bendecido al hacer su voluntad. Debemos desconfiar de nosotros mismos, no sea que interpretemos mal sus enseñanzas; aun esto podemos hacerlo objeto de nuestras oraciones, y confiar hasta lo sumo que el Espíritu nos guiará a interpretar correctamente sus planes y la obra de su providencia.
Letter 35, 1893. Recibiréis Poder (EGW). 117 

sábado, 14 de marzo de 2020

14. CONFÍA EN SU ILUMINACIÓN. IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU.


Dame entendimiento, y guardaré tu ley, 
y la cumpliré de todo corazón.
 (Salmos 119: 34).

Los agradables manantiales del campo de la revelación tienen la verdad celestial, la paz, y la alegría. Estas fuentes de gozo son parte de las riquezas para todos los que las buscan. Las palabras de la inspiración, atesoradas en el corazón, son como corrientes vitalizadoras que fluyen del río del agua de la vida.

 Nuestro Salvador oró para que el intelecto de sus seguidores pudiera ser abierto a la comprensión de las Escrituras. Donde quiera que se estudie la Biblia con oración, el Espíritu Santo abrirá la mente al entendimiento de las palabras que leamos. La persona cuyo discernimiento es iluminado como resultado de abrir la Palabra de Dios, percibe que debe continuar la búsqueda con mayor diligencia para poder comprenderla; también descubre que necesita tener un mayor conocimiento de las ciencias.  Entonces siente que fue llamada para una elevada vocación en Cristo.

Cuanto más estrecha es la relación con la Fuente de todo conocimiento y sabiduría, tanto más sentirá que debe hacer otros avances para conseguir mayores logros intelectuales y espirituales. 

 El abrir la Palabra de Dios siempre trae como resultado una notable apertura y fortalecimiento de las facultades del hombre, porque el principio de sus palabras alumbra. Al contemplar las grandes verdades, la mente se eleva, y los afectos se purifican y refinan, porque el Espíritu, por intermedio de la verdad de Dios, alienta al que le falta vigor, estimula sus facultades espirituales, y atrae al creyente a la atmósfera celestial.

Entonces tome su Biblia y preséntese delante del Padre celestial, pidiendo: "Ilumíname; enséñame qué es verdad". El Señor responderá su oración y el Espíritu Santo imprimirá la verdad en su ser.  Al investigar por usted mismo las Escrituras, fortalecerá su fe. Es de la mayor importancia que escudriñe en forma regular la Biblia con el propósito de atesorar en su mente la verdad. Puede llegar a ser privado del compañerismo de otros cristianos, y puesto donde no tenga el privilegio de reunirse con los hijos de Dios.  Por eso, usted necesita guardar en su corazón los tesoros de las Escrituras, para que cuando se desate la persecución pueda someter todo a la prueba de la Palabra de Dios.- Bible Echo, 15 de octubre de 1892.
 Recibiréis Poder (EGW). 116

09. “LA SANGRE DE CRISTO Y SU JUSTICIA PURIFICA NUESTRA ADORACIÓN”

Ahora Bien, El Punto Principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la ...