jueves, 26 de septiembre de 2019

IV. ORIENTADOS POR EL ESPÍRITU: 01. ILUMINADOS POR EL ESPÍRITU.


Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. (Efesios 1: 18).

El apóstol Pablo suplica: "Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza" (Efe. 1: 17-19). Sin embargo, la mente primero debe adaptarse a la naturaleza de la verdad a ser investigada.  Los ojos del entendimiento también tienen que ser iluminados. Además, el intelecto y el corazón deben ponerse en armonía con Dios, que es la verdad.

El que contemple a Cristo con los ojos de la fe no verá gloria en sí mismo, por cuanto la que refleje su mente y corazón corresponderá a la gloria del Redentor. Siendo que la expiación fue realizada por su sangre, el gozo de la liberación del pecado conmoverá su corazón con gratitud. Al ser justificado por Jesús, el receptor de la verdad recibe el impulso de rendirse totalmente a Dios, y sólo entonces es admitido en la escuela de Cristo, para aprender del que es manso y humilde de corazón. Al difundirse el conocimiento del amor de Dios en el corazón, el creyente exclama: ¡Oh, que amor! ¡Qué condescendencia!  Apropiado de las ricas promesas de fe, llega a ser participante de la naturaleza divina. Al vaciarse el corazón del yo, las aguas de vida fluyen hacia el interior y entonces la gloria del Señor brilla en él. Mediante la continua contemplación de Cristo, lo divino asimila lo humano. Así es como el creyente es transformado a su semejanza.

"Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria -de un carácter a otro- en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor"
 (2 Cor. 3: 18). El carácter humano se transforma a la semejanza divina. Son los ojos espirituales los que pueden discernir esta gloria. Permanece velada, encubierta en el misterio, hasta que el Espíritu Santo imparte discernimiento al creyente.- Review and Herald, 18 de febrero de 1896. 103 RP EGW

RECIBIRÉIS PODER (ENLACES). III. FRUCTÍFEROS EN EL ESPÍRITU.


01. FRAGANCIA CELESTIAL
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-01.html
02. EL ARREPENTIMIENTO COMO PRIMER FRUTO
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-02-el.html
03. AMOR
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/08/iii-fructiferos-en-el-espiritu-03-amor.html
04. GOZO
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/08/iii-fructiferos-en-el-espiritu-04-gozo.html
05.  PAZ
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/08/iii-fructiferos-en-el-espiritu-05-paz.html
06. PACIENCIA
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/08/iii-fructiferos-en-el-espiritu-06.html
07. BENIGNIDAD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/08/iii-fructiferos-en-el-espiritu-07.html
08. BONDAD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-08-bondad.html
09. FE
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-09-fe.html
10. MANSEDUMBRE
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-10.html
11. TEMPERANCIA
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-11.html
12. DOMINIO PROPIO
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13. BONDAD 
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2018/10/iii-fructiferos-en-el-espiritu-13-bondad.html
14. CARIDAD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/03/iii-fructiferos-en-el-espiritu-14.html
15. CONTENTAMIENTO
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/03/iii-fructiferos-en-el-espiritu-15.html
16. GRATITUD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/03/iii-fructiferos-en-el-espiritu-16.html
17. ARMONÍA
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/03/iii-fructiferos-en-el-espiritu-17.html
18. UNIDAD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/05/iii-fructiferos-en-el-espiritu-18-unidad.html
19. FRATERNIDAD
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/05/iii-fructiferos-en-el-espiritu-19.html
20. AMOR FRATERNAL
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/05/iii-fructiferos-en-el-espiritu-20-amor.html
21.  GENEROSIDAD 
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/05/iii-fructiferos-en-el-espiritu-21.html
22. BENEVOLENCIA
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/06/iii-fructiferos-en-el-espiritu-22.html
23. PUREZA
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/06/iii-fructiferos-en-el-espiritu-23-pureza.html
24. BELLEZA EXTERIOR.     
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-24.html
25. OBEDIENCIA.
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-25.html
26. CONFIANZA.
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-26.html
27. PIEDAD.
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-27-piedad.html
28. SANTIDAD.
 https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/07/iii-fructiferos-en-el-espiritu-28.html
29. HUMILDAD.
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-29.html
30. DEPENDENCIA.
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-30.html
31. SEMEJANZA A CRISTO. 
https://elespiritusantoesdivino.blogspot.com/2019/09/iii-fructiferos-en-el-espiritu-31.html

III. FRUCTÍFEROS EN EL ESPÍRITU: 31. SEMEJANZA A CRISTO.


Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 
(1 Juan 3: 2).

Pronto vendrá Cristo en las nubes de los cielos; por lo tanto, tenemos que estar preparados para encontrarnos con él libres de toda mancha, arruga o algo semejante. 

Ahora debemos aceptar la invitación de Cristo: "Venid a mí todos los que estáis cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mat. 11: 28, 29).  Las palabras dichas a Nicodemo tienen un gran valor práctico para los que vivimos en este tiempo: "El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu" (Juan 3: 5-8).

Nuestros corazones tienen que experimentar el poder de conversión de Dios. Debemos estudiar la vida de Cristo para imitar al Modelo divino. Es fundamental que nos apoyemos en la perfección del carácter de Jesús para transformarnos a su imagen. Nadie entrará en el reino de Dios a menos que sojuzgue sus pasiones y rinda su voluntad en cautiverio a Cristo. 

El cielo está libre del pecado y de toda mancha e impureza.  Si deseamos vivir en esa atmósfera, y si contemplamos la gloria de Cristo, en virtud de su gracia y su justicia seremos puros de corazón y de carácter perfecto. No debemos relacionarnos con el placer o los pasatiempos, ya que nos estamos preparando para las gloriosas mansiones que Jesús fue a alistar para nosotros. Si somos fieles, si buscamos ser una bendición para otros, y si somos pacientes en el bien hacer, cuando venga Cristo nos coronará con la gloria, la honra y la inmortalidad.- Review ande Herald, 28 de abril de 1891. 101

III. FRUCTÍFEROS EN EL ESPÍRITU: 30. DEPENDENCIA.


No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. (Filipenses 3: 12).

En la etapa del primer amor, la vida cristiana se caracteriza por la sencillez y lozanía; pero en la medida en que las oportunidades se multiplican, la experiencia y el conocimiento tendrían que aumentar. Es necesario fortalecerse para asumir responsabilidades, y la madurez debe estar en proporción a los privilegios...

A menos que a cada instante dependamos de Jesús, el aumento del conocimiento y de los privilegios pueden fortalecer el yo y la justicia propia. La juventud cristiana estará en peligro de olvidar que habiendo sido el Señor el que comenzó en ellos la buena obra, él mismo es el que debe también concluirla. Es indispensable renunciar a todo mérito personal, y confiar completamente en los de Aquel que es demasiado sabio para equivocarse.  Por sí mismo el hombre no puede hacer nada bueno. Jesús dijo: "Separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15: 5).  El creyente debe permanecer en Dios.

Todo el cielo se vació en el don de Cristo, y por intermedio de Jesús se promete el Espíritu Santo a los creyentes.  El Señor dijo a sus discípulos: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14: 26). Además del perdón, y el arrepentimiento, Cristo también ofrece al creyente la constante ayuda del Espíritu Santo.

En el crecimiento de la semilla, el hombre no puede ver los agentes invisibles que llevan a la planta al desarrollo perfecto habiendo sido primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga. Aunque tierno en la fe, usted puede tener la certeza de que pasó de muerte a vida y, como resultado, aparecerán los frutos del Espíritu. 

Si crece en fe, en la esperanza y el amor, puede saber que su visión espiritual ha sido aclarada. Si le place reflexionar en el plan de la salvación y en las gloriosas manifestaciones del carácter divino, y si como resultado de reflexionar en el amor Dios su corazón brilla por efecto del agradecimiento y la felicidad, puede estar seguro que ha sido iluminado por los rayos del Espíritu Santo y que los agentes celestiales están educando su carácter y elevándolo a la madurez de la vida cristiana.- Signs of the Times, 27 de marzo de 1893. 101 RP 

III. FRUCTÍFEROS EN EL ESPÍRITU: 29. HUMILDAD.


Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión, diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. (Daniel 9:4, 5).

La santificación espuria, con su jactancioso espíritu de justicia propia, es extraña a la religión de la Biblia.  La mansedumbre y la sumisión son frutos del Espíritu. El profeta Daniel fue un ejemplo de auténtica santificación. Su vida fructífera se caracterizó por un incondicional servicio al Maestro. Fue una persona muy amada por el cielo (véase Dan. 10: 11), y se le concedió una honra tal que raramente ha sido otorgada a los mortales. Además, la pureza de su carácter y su fidelidad a toda prueba era igualada únicamente por la sumisión y contrición que lo caracterizaban.

Este honroso profeta estaba tan identificado con el indiscutiblemente pecaminoso pueblo de Israel que, en lugar de considerarse puro y santo, imploró: "Porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias". "Hemos pecado, hemos hecho impíamente". "A causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro".
Después afirmó: "Estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo" (Dan. 9: 18, 15, 16, 20). Y al final, cuando el Hijo de Dios vino en respuesta a sus plegarias con el propósito de instruirlo, testificó: "Mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno" (Dan. 10: 8).

Los que realmente están buscando la perfección del carácter jamás deben dejarse dominar por la idea de que son sin pecado. Cuanto más se espacie la mente en el carácter de Cristo, y cuando más se aproxime a su divina imagen, tendrá un discernimiento más claro acerca de su perfección inmaculada; en consecuencia, mayor y más profundo será el concepto de sus defectos y debilidades. Los que piensan estar libres del pecado, manifiestan que están lejos de la santidad.  Dicha actitud es el resultado de no tener un conocimiento claro acerca de Cristo, pues creen que pueden reflejar su divina imagen teniéndose a sí mismos como modelo. Cuanto mayor sea la distancia entre el creyente y el Salvador, más justa se considerará la persona en su propia opinión.
Spirit of Prophecy, t. 4, pp. 301, 302. 100 RP

09. “LA SANGRE DE CRISTO Y SU JUSTICIA PURIFICA NUESTRA ADORACIÓN”

Ahora Bien, El Punto Principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la ...