Entonces viendo el denuedo de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres
sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con
Jesús. (Hechos 4: 13).
Si abrimos nuestra puerta a Jesús, él entrará y habitará en nosotros.
Nuestra fortaleza siempre será reforzada por su representante real, el Espíritu
Santo.
La verdad es un principio viviente creado para brillar con preciosa
claridad en el entendimiento, y entonces, sólo entonces es tiempo de hablar las
palabras del Cristo viviente. "Porque nosotros somos colaboradores de
Dios" (1 Cor. 3:9).
Bajo la lluvia tardía, a veces serán puestas a un lado las invenciones
del hombre y la maquinaria humana. Las fronteras de la autoridad del hombre
serán como cañas quebradas, y el Espíritu Santo hablará mediante el vivificado
agente humano con poder convincente. Ninguno vigilará para ver si las frases
están bien expresadas y si la gramática es intachable. El agua viva fluirá por
los propios canales de Dios... Estoy segura de que hay un cielo lleno de los
tesoros más ricos y duraderos que serán concedidos libremente a todos los que
se apropien de ellos, y que, una vez enriquecidos, sus seguidores los
impartirán libremente a otros. Yo sé que esto es verdad.
Necesitamos obtener una rica experiencia de oración diaria. Deberíamos
ser como la viuda importuna, quien, en su necesidad consciente, se sobrepuso al
juez injusto por la simple fuerza de la determinación de sus súplicas. A Dios
debemos pedirle que haga lo mismo por nosotros; esto dará profundidad y solidez
a nuestra experiencia. El creyente que
busca a Dios debe ser ferviente. Él, recompensa a todos los que lo buscan diligentemente.
Queremos que la verdad sea comunicada a los corazones humanos por
hombres que hayan sido bautizados con el santo amor por Cristo, y comprados por
el precio de su sangre, creyentes que hayan sido ellos mismos cabalmente
impresionados con la verdad que están presentando a otros, creyentes que la
practiquen en su propia vida. The General Conference Bulletin, 15 de febrero de
1895. 327 RP/EGW/MHP
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