Aquí está la paciencia de los santos, los que
guardan los mandamientos de Dios
y la fe de Jesús. (Apocalipsis 14: 12).
La gran obra de evangelización no terminará con
menor manifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión
de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volverse a
cumplir en tiempos de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio.
Esos son los "tiempos de refrigerio" en
que pensaba el apóstol Pedro cuando dijo: "Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue
antes anunciado" (Hech. 3: 19, 20).
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y
resplandecientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para
proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la
tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios
seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, al
punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres (Apoc. 13: 13).
Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en
contra de la verdad.
El mensaje no será llevado adelante tanto con
argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu
de Dios. Los argumentos ya fueron presentados.
Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos.
Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado
han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla.
Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas
partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios
romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las
relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será
más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados contra
la verdad,
un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor.
un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor.
El gran conflicto, pp. 669, 670. 206
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