Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre,
y en tu nombre echamos fuera, demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7: 22, 23).
y en tu nombre echamos fuera, demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7: 22, 23).
Necesitamos estar anclados en Cristo, arraigados y
fundados en la fe. Satanás actúa mediante sus agentes. Elige a quienes no están
bebiendo de las aguas vivas, cuyas mentes están sedientas por algo nuevo o
extraño y siempre listas a beber de cualquier fuente que se les presente. Se escucharán voces que dirán: "Mirad, aquí
está el Cristo". "Mirad, allí
está", pero "no les creáis" (Mat. 24: 23).
Tenemos evidencias inequívocas de la voz del
verdadero Pastor, y él nos llama a que lo sigamos. Dice: "Yo he guardado
los mandamientos de mi Padre" (Juan 15: 10).
El conduce a sus ovejas por el sendero de la sincera
obediencia a la ley de Dios, pero nunca los estimula a la transgresión de ella. "La voz de los extraños" es la voz de
quien ni respeta ni obedece la ley santa, justa y buena.
Muchos hacen gran profesión de santidad, y se jactan
de las maravillas que realizan al sanar a los enfermos, cuando en realidad
ellos no toman en cuenta esta gran norma de justicia. Entonces, ¿mediante el
poder de quién realizan tales sanamientos?
Si los que ejecutan estos sanamientos están
dispuestos, por causa de esas manifestaciones, a excusar su desobediencia a la
ley de Dios y continúan en esta actitud, aunque desplieguen toda clase de
poder, eso no quiere decir que tengan el poder de Dios. Por el contrario, es el
poder del gran engañador el que obra los milagros. Transgrede la ley moral, y
emplea todo artificio que puede para impedir que los hombres disciernan su
verdadero carácter.
Se nos advierte que en los últimos días obrará con
señales y milagros mentirosos. Continuará con estos portentos hasta el fin del
tiempo de gracia, para usarlos como evidencia de que es un ángel de luz y no de
oscuridad.
Review and Herald, 17 de noviembre de 1885. 205
RP/EGW
No hay comentarios:
Publicar un comentario