Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte
no se puede esconder. (Mateo 5: 14).
no se puede esconder. (Mateo 5: 14).
Nuestra fidelidad a los principios cristianos nos convoca
a un servicio activo en favor de Dios.
Los que se abstengan de utilizar sus talentos en la obra del Señor, no
tendrán parte con Cristo en su gloria. La luz divina debe
resplandecer en cada creyente que es depositario de la gracia de Dios.
¡Habiendo tantos que están en las tinieblas, hay muchos
siervos
que no se preocupan ni pierden el sueño por esa situación!
que no se preocupan ni pierden el sueño por esa situación!
Hay miles que se gozan en la gran luz y en las preciosas
oportunidades que disfrutan, pero no hacen nada, ya sea con su influencia o su
dinero para alumbrar el sendero a otros.
Tampoco asumen la responsabilidad de mantener sus propias
vidas en el amor de Dios, a fin de no llegar a ser un problema para la iglesia. Los tales se convierten en motivo de preocupación para el
cielo. Por consideración a Cristo, por
amor a la verdad y por respeto a ellos mismos deberían realizar esfuerzos
diligentes en favor de la eternidad.
Las mansiones celestiales
están preparadas para todos los que están dispuestos a cumplir con las
condiciones que establece la Palabra de Dios.
Cristo ofrendó su vida por amor a la gente que está en
las tinieblas del error. Por lo tanto,
espera que sus verdaderos seguidores sean una luz para ellos. Dios ya hizo su parte en esta gran obra, y ahora está
esperando que sus siervos hagan la suya.
El plan de la salvación está totalmente
desarrollado. La sangre de Cristo Jesús
fue ofrecida por los pecados del mundo; y la Palabra de Dios está hablando al
hombre mediante consejos, reproches y amonestaciones, y los insta con promesas
y palabras de ánimo. A esa asistencia se suma la ayuda del Espíritu Santo para
ayudarlo en todos sus esfuerzos. Sin
embargo, y a pesar de toda esta luz, todavía hay muchos que perecen en las
tinieblas sepultados en el error y el pecado.
A fin de ganar conversos
para el mensaje, ¿quién desea colaborar con Dios?
¿Quién llevará las buenas nuevas de la salvación?
¿Quién llevará las buenas nuevas de la salvación?
Los creyentes que han sido bendecidos con la luz de la
verdad tienen que ser mensajeros de la gracia.
Deben consagrar sus recursos para que fluyan por el canal divino. Sus esfuerzos sinceros tienen que ser puestos
en acción a fin de llegar a ser colaboradores con Dios.
Para rescatar a otros necesitan renunciar al yo y estar
dispuestos al sacrificio personal, siguiendo el ejemplo de Jesús, que se hizo
pobre, a fin de que por su pobreza
podamos ser enriquecidos.
podamos ser enriquecidos.
Review and Herald, 1º de marzo de 1887. 165 RP/EGW
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