Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois
muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. (1 Corintios 1: 26).
No todos pueden desempeñar la misma tarea, pero cada uno
que se consagra a la influencia del Espíritu Santo podrá estar bajo la
dirección de Cristo, pues Dios hizo provisión abundante para los hombres y las
mujeres consagrados.
La obra será realizada por diversos medios e instrumentos.
La obra será realizada por diversos medios e instrumentos.
Los instrumentos a los cuales Dios recurrirá para la obra
de salvar a los perdidos no serán únicamente los más talentosos, ni los que se
encuentran en posiciones de mayor confianza, o los más educados; utilizará a
muchos de los menos aventajados.
Gracias al Señor aceptarán la verdad los que tienen
propiedades y tierras, cuyos bienes serán como la mano ayudadora de Dios para
el progreso de su obra. Los talentos más brillantes no siempre son los que
realizan las mayores obras para el Señor. Él puede utilizar a cualquiera que se consagre
completamente a su servicio.
Cuando nos aferremos del Espíritu del mensaje que conduce
a la gente a escoger entre la vida y la muerte, veremos realizada una obra que
por ahora ni soñamos.
Si permitimos que el espíritu misionero se apodere de los
hombres y las mujeres, de los jóvenes y los ancianos, habrá muchos yendo de un
lugar a otro instando a los sinceros de corazón a entrar al redil.
Los que trabajan en favor
de los demás deben comprometerse a obrar con Cristo, a obedecer sus consejos y
a seguir sus orientaciones. Cada día tienen que pedirlo para recibir el poder
de lo alto. Deben cultivar un constante
sentido del amor de Dios, de su capacidad, protección y ternura.
Cuando miren a Cristo como pastor y anciano de los
creyentes, entonces podrán contar con la simpatía y el apoyo de los ángeles
celestiales. Jesús será para ellos su alegría y corona de regocijo. Sus corazones estarán dirigidos por el
Espíritu Santo.
Avanzarán con el sello celestial, y en sus esfuerzos serán acompañados
por un poder proporcional a la importancia del mensaje que proclaman.
Review and Herald. 158 RP/EGW
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