No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. (Juan 3:7).
Con frecuencia se hace la pregunta: ¿Por qué no hay más poder en la iglesia? ¿Por
qué no hay más piedad vital?
La razón es que las demandas de la
Palabra de Dios no son satisfechas de hecho y en verdad; no
se ama a Dios por
sobre todo, ni a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Esto abarca todo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas. Sean estos dos mandamientos de Dios obedecidos explícitamente, y no habrá discordia en la iglesia, no habrá desarmonía en la familia.
En muchos
la obra es demasiado superficial. Las formas
exteriores ocupan el lugar de la obra interior de la gracia... La teoría de la verdad ha convertido la cabeza, pero el
templo del alma no ha sido limpiado de
sus ídolos.
La verdadera convicción de pecado, la aflicción real del corazón por
causa de la maldad, la muerte del yo, la superación diaria de los
defectos de carácter y el nuevo nacimiento, representan las cosas antiguas que
Pablo dice que han
pasado, y he aquí todas son hechas nuevas.
De esta obra muchos no saben nada. Injertaron la verdad en sus corazones
naturales, y luego
siguieron como antes, manifestando los mismos desdichados rasgos de
carácter.
Lo que ahora se necesita es el claro
testimonio llevado con amor por labios tocados con fuego viviente.
Los miembros de la iglesia no muestran esa conexión viva con Dios que deben
tener para llevar almas de
la oscuridad a la luz.
Plante un buen árbol, y tendrá como resultado buenos frutos.
La obra del Espíritu de Dios en el
corazón es esencial para la piedad.
Debe ser recibido en los corazones de quienes aceptan la verdad, y
crear en ellos
corazones limpios, antes que uno de ellos pueda guardar sus mandamientos y ser hacedor de la Palabra.
"No te maravilles", dijo el
gran Maestro al
asombrado Nicodemo. "No te maravilles de que te dije:
Os es necesario nacer de nuevo".
No se estudia la Biblia tanto como se debiera; no se
convierte en la regla de la
vida.
Si se siguieran
concienzudamente sus preceptos, y fueran la base del carácter, habría un propósito firme sobre el
cual ninguna especulación
comercial o asunto mundanal podría influir
seriamente.
Un carácter así formado, y sostenido por la palabra de Dios, soportará el día de la prueba, de las dificultades y de los peligros.
La conciencia
debe ser iluminada y la vida santificada por el amor de la verdad recibida en
el corazón, antes que la
influencia sea salvadora para el mundo.
Lo que se necesita
son hombres de acción oportuna, expedita, determinada, firmes como una roca a sus principios, y
preparados para enfrentar cualquier
emergencia.
La razón
por la que somos tan débiles y por la que hay tantos hombres irresponsables entre nosotros, es porque no están conectados con Dios, no tienen
un Salvador que mora en ellos, y no
sienten el amor de Cristo siempre
puro y renovado...
Ninguna
relación terrenal es tan fuerte
como este amor.
Nada puede compararse con él.
-Review and Herald, 28 de agosto de 1879. RJ200/EGW/MHP 201
AUDIO.
https://www.youtube.com/watch?v=mYYOtf6mf-0&list=PLtrFh-HO7ogBX3lJ-BVlf4v1fLk5TmqV6&index=13&pp=sAQB
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